Las imágenes de los niños, niñas y adolescentes palestinos en Gaza son una herida abierta en la conciencia de la humanidad. No hablamos solo de víctimas de una guerra, sino de un auténtico genocidio: infancias asesinadas, mutiladas, hambrientas, convertidas en carne de cañón y borradas de sus hogares. Este drama no es casualidad ni destino: tiene responsables con nombre y apellido.
La guerra, la pobreza y la exclusión que sufren millones de infancias en el mundo no son fenómenos naturales. Son el resultado de un sistema económico y político que antepone la ganancia y el poder a la vida humana. En esta época de capitalismo depredador, los derechos de la niñez —aunque proclamados y celebrados— siguen siendo pisoteados día tras día.
Por eso, este número de la Revista Internacional NATs incluye reflexiones que buscan romper el silencio y señalar a los verdaderos responsables. Más que nunca necesitamos una crítica radical y una nueva cartografía de luchas antisistémicas, donde las infancias sean protagonistas de la transformación hacia un mundo más justo.